Dick vino de urgencias porque no lo veían bien.
Tenía mucho dolor abdominal y le hicimos una radiografía.
En este caso, la imagen nos dio un diagnóstico.
Le diagnosticaron una torsión de estómago debido a la ingesta de huesos de pollo.
La única manera para poderle salvar la vida a Dick era someterlo a una cirugía de alto riesgo y así lo hicimos.
¡Ahora ya está en casa bien recuperado y contento!
Recuerde que no es nada recomendable dar huesos a sus mascotas.