La pregunta que surge constantemente en consulta es «¿mi mascota puede comer cualquier cosa?» La respuesta es NO. Los animales pueden ingerir alimentos que por nosotros no son tóxicos pero que por ellos sí que lo son. Y no sólo se trata de la toxicidad de los alimentos, sino del esfuerzo que debe hacer el organismo para digerir ciertos productos.
El primer grupo de tóxicos son aquellos que llevan metilxantinas, es decir, el chocolate, el té y el café. Son productos de uso muy regular para nosotros, pero en dosis muy elevadas pueden provocar graves problemas a nuestros animales de compañía. Si ingieren estos productos se puede observar nerviosismo, hiperactividad, vómitos o diarreas, y en casos más graves, convulsiones o alteraciones cardíacas graves.
Otro grupo de tóxicos son aquellos alimentos que llevan sulfito de propilo, que son el ajo, las cebollas, las cebolletas, los puerros y los calçots. En ingestas moderadas provoca anemia, disfunción hepática o renal. Los signos más evidentes son: pérdida de apetito, escasa actividad, vómitos, diarreas, entre otros.
¡Pensamos que estamos en plena temporada de calçotadas y es importante vigilar a nuestros peludos que no ingieran los calçots!
Si cree que su peludo puede sufrir una intoxicación, no dude en llamar a su veterinario de confianza o el veterinario más cercano para evitar que el animal sufra.